El pueblo
El pueblo
El origen de la población es musulmán, como atestigua su trazado urbano, situándose la fecha más posible de su fundación entre finales del siglo XII y comienzos del XIII. Se cree que Matet aparece sobre finales del siglo XII o principios del XIII. De origen árabe, después de la Conquista perteneció al Duque de Sessa y posteriormente pasó en confiscación al Rey. Luego lo vendió al Conde de Aranda y últimamente al dominio de D. Pedro de Urrea.
Posteriormente fue reconquistada, de manos de Zayd Abu Zayd, por Jaime I en 1238 quien la donó el 22 de mayo del mismo año a Berenguer de Palou, obispo de Barcelona y en 1280 pertenecía a don Pedro Cornell. Más adelante formó parte del patrimonio del duque de Sessa hasta que la posesión llegó a manos de Sancha Ferrandis, como sucesora del primer dueño de la localidad, quien se casó con Jaime Pérez, hijo de Pedro IV, para el cual había creado el señorío de Segorbe por lo que ambos señoríos quedaron unidos. Dicha unión permaneció hasta 1430 debido a que Alfonso V se anexionó las posesiones de Fadrique, conde de Luna debido a su traición en la guerra que había mantenido contra Castilla. En 1437, el rey vendió el castillo de Almonecir a Vidal de Castellá. Tras diversas herencias, el castillo de Almonecir recayó en manos de la casa ducal de Cardona, que estaba unida al ducado de Segorbe desde 1562. Aunque este hecho fue efímero debido a que el 8 de mayo de 1581 fue vendida a don Dionisio de Reus que la cedió al conde de Aranda.
El 18 de abril de 1582, se otorgó en Vall de Almonacid la Carta Puebla del lugar de Matet por don Juan Ximénez de Urrea y Doña Juana de Enrríquez (Condes de Aranda), ante Francisco Marino y Pedro Monçonis o Montsonis.